EL NOVIO DESAPARECIDO:
Conocí a
Sergio Gomes hace unos cinco años. De trabajar en el Ministerio Público se
retiró hace siete, según me contó, y desde entonces se dedicó al oficio de
investigador privado. Nos hicimos amigos porque llegó a mi consultorio por una
infección de garganta. No hay nadie que tenga una conversación tan interesante
como Gomes; desde fútbol hasta filosofía, literatura y ciencia. No sé de nadie
que, como él, juegue bien al tenis y al ajedrez. He tenido la costumbre de
tomar notas de los casos que hemos visto juntos y ahora, con permiso de él, voy
a contarles acá un caso reciente en el que participé junto a Gomes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario